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Carta abierta

A quien deseé escuchar,
El pasado 21 de mayo, nos entregaron una carta de parte de BACU (Barrios con Arte y Cultura) una organización comunitaria que trabaja con niños en el Módulo 4 de Otay, organización a la que pertenecíamos y de la cual nos sentimos agredidos por lo siguiente:
En dicha carta, además de agradecernos el tiempo que trabajamos, se nos aclara que a partir de ese momento “terminaban” nuestros compromisos y responsabilidades con BACU. La carta consta de 13 puntos los cuales se refieren a nosotros como: soberbios, desestabilizadores, por carecer de cualidades para ser promotores, buscar el poder, crear competencia, ser ofensivos con las madres, niños y niñas, etc. A cada uno de nosotros nos entregaron una carta personal y firmada por cinco promotores y doce mamás de otra organización llamada Corazón de Barrio.
Al preguntar por las ofensas específicas causadas a BACU, solo tres de las mamás ahí presentes nos dijeron que por problemas entre los promotores y que, de ahí, no sabían más. Cabe mencionar que BACU tiene aproximadamente 60 niños y solo 10 mamás son las que asisten a dichas reuniones. Sin embargo, cada mamá pertenece a Corazón de Barrio.
Cada promotor tiene su historia, tal es el caso de Karina Aldrete Wong; ex-promotora y mamá de dos niñas que asistían a BACU. Karina, al igual que los otros cuatro ex-promotores recibió la carta, acusándola de llevar sus problemas personales a BACU. Karina nació y creció en dicho barrio, ahora es madre y su esposo hace meses fue diagnosticado con cáncer, enfermedad con la que lucha cada día además de carecer de trabajo y sustento para su familia, fue una de las más destacadas trabajadoras de BACU. Sin embargo, es acusada de agresiva y carente de habilidades para entender el trabajo con los niños y la problemática del barrio, como las drogas, que cabe mencionar, ella enfrenta cada día.
Otra ex-promotora, además fundadora de BACU, Elizabeth Huato, mujer trabajadora, madre y estudiante de ascendencia indígena (purépecha). Fue de las promotoras más emprendedoras al estudiar y luchar junto con su pareja indígena Mayo para llevar su conocimiento al barrio por casi tres años, tiempo que tiene BACU de vida. A Liz también se le entregó la carta y al preguntar la razón por la que fue expulsada del BACU, el argumento fue el hecho de llevar a su hijo a los talleres, Su hijo Tetabiate tiene un año dos meses, razón por la cual no puede desprenderse de él. Además de sentirse orgullosa de llevarlo consigo es parte de su persona. Ella también fue acusada de dejar a Tetabiate al cuidado de los niños, cosa que definitivamente es incorrecta.
Dulce Guzmán también fue parte de BACU, creció y actualmente vive en el barrio, gracias al deseo de lucha y dignidad por BACU ingresó a la universidad, después de varios intentos es ahora una estudiante y trabajadora ejemplar, Dulce, con su ejemplo, muestra cada día que no importa ser mujer, que a pesar de los problemas con los que lucha cada día en el barrio se puede alcanzar educación que al parecer está muy lejana de la mayoría de los mexicanos. Otro motivo para ser expulsada de BACU fue el haber sostenido una relación amorosa y agresiva con un integrante de BACU; Reynaldo Escoto, argumento por el cual fue despedida de sus responsabilidades como promotora, Dulce recibió de manera personal meses antes una amenaza de despedida de dicho promotor, acción misógina y agresiva. Acción tomada anteriormente con otra ex promotora de BACU.
Mariana Chávez mujer y estudiante actualmente se encuentra embarazada, con casi un año de trabajo en BACU siempre trató de entregar sus conocimientos con humildad para el barrio, fue acusada de soberbia al proponer que los niños sean los que mandan y nosotros obedecemos.
Christian Zúñiga al tratar de mostrar apoyo a su pareja Mariana decidió trabajar en BACU para mostrar igualdad entre hombres y mujeres. Fue un promotor que escuchaba y quería ayudar con amor hacia los demás. Christian, sin ser nombrado promotor, se ganó con sus acciones el derecho a serlo, recibió acusaciones de soberbia por apoyar a su pareja y a los demás de manera desinteresada. Todos a pesar de las limitantes monetarias, entendemos que el trabajo en BACU siempre fue por nada más que estar ahí.
Como mujeres, personas y trabajadores de BACU queremos a través de este documento hablar con el corazón. No tuvimos un diálogo, de manera tajante nos acusaron de querer cambiar la filosofía de BACU, filosofía que creíamos era amor, paz y respeto, cosa que no recibimos. Hoy juntamos nuestras pequeñas voces por nuestra dignidad, por el amor a todos y cada uno de los integrantes de BACU. Sepan que hemos sido agraviados y violentados con falsedades al entregarnos una carta en la que se refieren a nosotros de manera monstruosa.
Esta es la verdad: nosotros luchamos por que las voces de los niños, niñas y madres de Corazón de Barrio sean válidas, empezamos a trabajar escuchando, dejamos de ser promotores para ser facilitadores y no impositores de talleres. Esa es la filosofía que aprendimos a través del tiempo y con respeto, aprendimos además que los niños tienen el derecho y la capacidad de llevar a cabo sus talleres y actividades. Esa filosofía es la que mantuvimos hasta el último día que salimos de BACU, por eso y a pesar de todo creemos que la situación fue manipulada y errada, incluso poniendo palabras y acciones que no hemos realizado, sin embargo nuestro corazón se quedó y eso nadie lo podrá mover. Se nos acusó de querer el poder, siempre pensamos que en BACU no existía tal cosa, pero ahora sabemos que hay una persona que si tiene el poder: Reynaldo Escoto, la única imagen y voz que hasta hoy se conoce de BACU, hoy sabemos también que se nos ocultó información sobre las acciones que se toman a nombre de BACU, incluso dudamos de la información que recibieron de nosotros Corazón de Barrio, los niños y las niñas de BACU. Queremos que sepan que los demás promotores: Maria Luisa Chávez Vega, Marisa Raygoza, Julissa Escoto (con dos meses de trabajo) y Vladimir Galaviz nos trataron de enemigos y competitivos, además de ser cómplices al falsear y aceptar lo dicho sobre nosotros. Pedimos perdón a los niños, niñas y madres porque no nos dieron la oportunidad de escucharlos ni de despedirnos de ellos, si algún día lees esta carta queremos que sepas que la paz, el amor y el respeto más que una filosofía es una cosmogonía, seguimos estando aquí para ti, y seguiremos luchando para que la verdad sea escuchada, gracias.

Atentamente
Mariana Chávez Aguirre
Dulce Esperanza Guzmán Medina
Elizabeth Huato Maldonado
Karina Aldrete Wong
Christian Moisés Zúñiga Méndez

1 comentario:

The L. dijo...

Hola leí la carta, esta misma que recibí en mi correo, actualemente creo que hay un clima de descontento en lo que algunos han llamado cultura, en muchos puntos estoy en total desacuerdo, pero con respecto a esta carta y a la "actitud" de quien se las entregó pienso que de verdad no hay justificación, pueden tener opiniones sobre ustedes, su personalidad, pero que eso sea n argumento para querer llevar a privatizar talleres y tratar de establecer quién puede o no puede dar talleres culturales p bien ser promotores me parece rídiculo, cómo pueden cuestionarles lo que han hecho en favor de un grupo de personas, no se busca encontrar fallas en su trabajo sino descalificarlos como personas y eso no me parece para nada aceptable. Que bien que lo hagan público porque uno ya ves que sino se entera de sus actividades menos de los "problemas" que de a gratis se llevan. Ojalá que "a pesar de" sigan con su trabajo (y no lo dudo) que sí algo me ha constado (en el caso de quienes conozco)es su persistencia.
Saludos, Lorenia.